Editorial: Felipe Useche
El álbum debut de un artista es un asunto delicado y lleno de incertidumbre. Muchos legendarios artistas tienen debuts relativamente humildes, y es sólo hasta el segundo o tercer álbum que comenzamos a ver su talento. Por otro lado, otros artistas en ciernas anuncian debuts acompañados de todo tipo de inversiones monetarias y campañas publicitarias que, una vez lanzado el debut, nunca despegan. Hay una magia en el debut que se escapa a la lógica.
En tal situación se encontraba Mimi Doblas, cuando salió de Operación Triunfo de número 16, apenas en la tercera semana. Su talento era indiscutible, pero el concurso había acabado demasiado temprano para ella. Sin embargo, la española no se rindió, por el contrario, se empeñó en buscar un sonido propio y preparar un debut solista que le permitiera ganar el empujón que no había podido lograr con Operación Triunfo.
Así, en 2018, Mimi Doblas cambia su nombre a Lola Índigo y anuncia u nuevo álbum con una canción en colaboración con la legendaria rapera Mala Rodríguez. El tema del álbum era portentoso: la brujería. Un hechizo musical para que dioses olvidados bendijeran su carrera. Un sacrificio vuelto fiesta sabática, o “Akelarre”. La magia funcionó. Akelarre estrenó en el top de las listas españolas. Consolidando a Lola como una de las figuras más importantes del pop español de los últimos años.
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