Fue una adición de último momento. Butch Vig, que había sido contratado por Nirvana para ser el productor de su segundo álbum de estudio, recibió de manos de la banda un cassette. En este estaban algunas ideas de canciones que querían trabajar para poner en su próximo álbum, y entre ellas se escuchan esas inolvidables primeras notas, el icónico sonido de la guitarra de “Come as you are”.
Compuesta alrededor de un riff de guitarra creado por Kurt Cobain (que se siente un tanto perturbador por su tono ondulado), con la ayuda del bajo de Krist Novoselic esta canción se vuelve hipnótica, cautivadora. Es simple, pero poderosa;
“Queríamos que fueran como canciones infantiles; decíamos que nuestro objetivo es que fueran tan sencillas como fuese posible” – Dave Ghrol
Eso sí, en sus versos la canción no es tan sencilla. Una contradicción tras otra, un festival de opuestos que están abiertos a todo tipo de interpretaciones. Aunque algunos especulan que la canción lidia con temas de adicción, otros sugieren que es sobre cómo aprender a aceptar a la gente tal y como son. Por su parte, Kurt Cobain dijo que la canción era sobre “la gente, y cómo esperamos que actúen”.
Rápidamente, “Come as you are” se convirtió en una de las canciones insignia del álbum Nevermind, lanzado en 1992, un álbum al que no le faltan piezas maestras del rock y el grunge. El próximo año se celebran 30 años de este legendario lanzamiento y la banda lo celebrará con una edición especial del disco que ningún fan se puede perder.